lunes, 19 de septiembre de 2016

UN POEMA PARA EL ANCIANO



Se acostumbró, al devenir del tiempo, 
y a vivir en su sed inadvertido. 

Ya su lumen intenso nada importa; 
ahora desconocen que fue grande; 
que dirigió una empresa, una familia; 
que redactó las grandes ordenanzas. 

Que fue el mejor galán, entre galanes; 
que las rosas más lindas lo adornaron
perfumando el jardín de sus delicias
y prodigando vástagos del alma. 

Ya muchos olvidaron que fue el padre; 
el abuelo ejemplar y bondadoso; 
el que meció una cuna con orgullo
y con ansias de vuelos... casi ignotos. 

Ya se ignora el poder de su experiencia; 
la magia que produce una caricia; 
el milagro de un beso; de un te quiero; 
y el hastío que lleva a los desvelos. 

Hoy sólo en el silencio de su cuarto, 
abrazado a la fiebre del delirio, 
siente el dolor tenaz del abandono, 
mientras espera su ferviente anhelo
de hallar la paz en la mansión eterna.

Escrito por...Luz Elena Muñoz Cárdenas 
Poetisa colombiana.

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